Jane Austen's Epiphany

Jane Austen tuvo una epifanía. Vió a Carolina y a mi, nos conoció y estudió para escribir Sentido y Sensibilidad o, más bien, Elinor y Marianne.

Esto es real, aunque ella y yo no provengamos de la misma madre, somos hermanas. Ella es sensata, tiene una determinación que cualquier mujer admiraría y envidiaría. Se preocupa de todo y de todos; quiere que todo esté bien para los demás. Le da en el gusto a su familia y es diligente, como hija, mujer y hermana. Su sensatez la caracteriza por sobre todas las cosas, es racional para tomas sus decisiones, rara vez hace algo por impulso, por que suele pensar en todo; ve los pro y los contra. Es seria en sus pretenciones y anhelos, no pide mucho sino lo mejor que la vida le pueda ofrecer en base a sus esfuerzos. Piensa antes de actuar, siempre pretendiendo hacer las cosas bien, tanto para ella, como para los demás. Guarda recelo ante los sentimientos notorios para no herir a quién no se lo merece; los defectos y el poco interés son guías hacia la posibilidad de actuar. Ve las cosas como son, y siempre tiene una palabra para calmar las ansiedades y una verdad reconfortante, es prudente ante todo

En cambio Marianne es pasional, impulsiva y sensible. Encuentra cosas en lugares inesperados y en momentos inesperados; se deja llevar por el corazón, por que vendría a ser lo más importante. No se puede vivir en paz si el amor no es parte de ti, si no te llena por completo, si no sientes la llama renovada dentro de ti cada día; sin sentir esa pasión que te hace sentir viva y te hace desear de lo más pisible hasta llegar a lo más lejos.

Mrs. Dashwood: Por qué tanta precupación? Desapruebas su elección?
Marianne: Por supuesto que no. Edward es muy cordial
Mrs. Dashwood: Cordial? Pero?
Marianne: Hay algo pendiente. Es muy tranquilo… Su lectura de anoche…
Mrs. Dashwood: Elinor no tiene tus sentimientos. Su prudencia le sienta bien..
Marianne: Puede amarla? Puede el alma realmente estar satisfecha con afectos tan cordiales? Amar es arder – quemarse en el fuego, como Julieta o Ginebra o Eloise…
Mrs. Dashwood: Ellas tuvieron finales algo patéticos, querida
Marianne: Patéticos? Morir por amor? Cómo puedes decir eso? Qué podría ser más glorioso que eso?
Mrs. Dashwood: Creo que llevas tus sentimientos románticos demasiado lejos

Elinor Dashwood: No intento negar que pienso muy bien sobre él – que lo estimo mucho … que me gusta
Marianne: Lo estimo? Me gusta? Usa esas insípidas palabras otra vez y me iré de la habitación en este instante

Mrs. Dashwood: Debes extrañarlo Elinor.
Elinor Dashwood: No estamos comprometidos Mamá
Mrs. Dashwood: Perot e ama querida, de eso estoy segura
Elinor Dashwood: No estoy segura por ningun medio de sus consideraciones y aunque fuera él a sentir tal preferencia, creo que ambos seríamos tontos en asumir que no habrían los obstáculos suficientes por casarse con una mujer cuyo rango no permitiría pagar el azúcar
Mrs. Dashwood: Pero Elinor, tu carazó debe decirtelo…
Elinor Dashwood: En tal caso quizás es major usar la cabeza

Marianne: Siempre resignarse y aceptar. Siempre la prudencia, el honor y el deber. Elinor, dónde queda tu corazón?

Elinor Dashwood: Qué sabes de mi corazón? Qué sabes de algo que no sea tu propio sufrimiento. Por semanas Marianne, he tenido esta presión en mi sin tener la libertad de hablarlo con nadie. Fue impuesta en mi por la misma persona quien antes aseguraba arruinar toda mi esperanza. He aguantado sus exaltaciones una y otra vez mientras sabía dentro de mí que me separaría para siempre de Edward. Creeme Marianne, no he sido obligada a callar, podría haber sido prueba sufieciente de un corazón roto, incluso para ti

Marianne: El amor no es amor el que cambia a la menor provocación, o el que oblige al distanciado al distanciarse. Oh no, es un faro constante, que mira las tempestades, y no se estremece jamás. Willoughby. Willoughby. Willoughby.

Así somos ella y yo, Sentido y Sensibilidad; Elinor y Marianne. Distitnas en la esencia, pero no podemos vivir sin la otra. Ella sensata, cuerda y prudente con todo. Yo pasional impulsiva y casi muero por amor.

Sin embargo Jane Austen tuvo presente los momentos acutales en su epifanía. Ya no media el decoro en las relaciones, ahora es todo más directo, más rápido. Jane Austen nos vió, nos describió como hermanas; ella mayor y yo menor. Ella enamorada en silencio de alguien comprometido, con defectos separada por las circunstancias. Yo enteponendo las emociones y los romanticismos ante todo; sabiendo que tal actitud me llevaría a los errores más grandes de mi vida. Aún así fueron felices.


Para tí hermana Elinor, el libro de nuestra vida aún no termina. Quizá no termines con un Edward y yo con un Coronel Brandos; pero sí has soportado las presiones secretas de Elinor, y yo los desamores de Marianne. Tu eres mi hermana Elinor, no podría vivir sin mi parte sensata, sin mi hermana. Aunque tienes mucho de Elizabeth Bennet también, quisiera yo ser tu Jane, tu única hermana cuerda, también sensible y tenemora como yo ahora, de mostrar lo que siente.



Este es el libro que hasta el momento más me ha atrapado, con el que me siento yo, el que Jane Austen escribió pensando en mi y en Carolina; su primera obra. Creo de de verdad nos soñó, y auqnue suene muy irreal, no puede dejar de ser tan certero como nuestras propias vidas.